Crea un ambientador casero con bicarbonato

Crea un ambientador casero con bicarbonato
Son muchas las aplicaciones que el bicarbonato de sodio tiene en la limpieza y desinfección del hogar, pero quizá no sabías que también resulta un excelente ingrediente para hacer ambientadores caseros eficaces y muy económicos


Es la absorción lo que hace que el bicarbonato sea el elemento base perfecto para para hacer tu propio ambientador, ideal tanto para espacios pequeños como pueden ser armarios o cajones como para espacios más abiertos como una habitación.
¡Toma nota!
Pasos a seguir:
1 Toma un frasco de vidrio que tengas por casa y lávalo a fondo para que no quede resto alguno de su contenido original. Un frasco de mermelada o uno que contuviese conservas vegetales (guisantes, aceitunas, etc.) puede irte muy bien. Una vez limpio, sécalo en su totalidad.

2 Vierte en dicho frasco 3 cucharadas grandes y colmadas de bicarbonato (unos 70-90 gramos). Esta es una cantidad aproximada, ya que siempre dependerá del tamaño del frasco escogido. Para que te hagas una idea, el bicarbonato debe ocupar 1/3 de la capacidad total del recipiente que utilices para hacer este ambientador casero duradero.

3 Una vez introducido el bicarbonato, añade 10-12 gotas del aceite esencial que más te guste. Como sugerencia, la lavanda va genial para colocar tu ambientador en el interior de un armario o en alguna repisa del salón. El aceite esencial de cítricos como el limón o el de plantas aromáticas como la albahaca, por ejemplo, dejan un agradable aroma en la cocina, mientras que si prefieres un ambientador para el baño, el de romero o eucalipto son perfectos para neutralizar el olor que pueden desprender los desagües y cañerías.
El bicarbonato absorberá los malos olores y los aceites irán soltando poco a poco su agradable perfume. Eso sí, ten en cuenta que el número de gotas de aceite esencial se puede incrementar o reducir según quieras un aroma más o menos intenso.

4 Con los dos ingredientes en el frasco, remueve bien con una cuchara o varilla de manera durante unos minutos para que el bicarbonato se diluya, se impregne bien y absorba el aceite esencial que hayas escogido. Con este pequeño truco, la fragancia del aceite elegido se irá desprendiendo a lo largo de semanas.
5 Para terminar, tendrás que cerrar el recipiente para que pueda salir bien el aroma. La mejor opción es colocar un trozo de tela no muy tupida, tipo saco que deje salir el aroma de manera progresiva. Colócala en la abertura del frasco y fíjala con ayuda de una cuerda o de cinta adhesiva o aislante.

Un truco para aumentar la eficacia e intensidad de tu ambientador, es incorporar a la mezcla algunas aromáticas hierbas o plantas. Lavanda, hojas de menta o albahaca, pétalos de rosa. Todas estas opciones dan excelentes resultados. Con el frasco ya cerrado, agita la mezcla interior con mucho cuidado para que no se salga del recipiente. Finalmente, solo tendrás que colocar tu ambientador casero donde lo consideres más necesario.

Es importante saber que si tu ambientador va a estar en un lugar público, también puedes dejar un frasco estéticamente más bonito abierto con la mezcla dentro; coloca en él algunas varillas de ambientador típicas y deja que este aromatice todo el lugar. Además, otra opción es hacer ambientadores naturales con bicarbonato en forma de aerosol para que puedas esparcirlo por toda una estancia, refrescándola de manera inmediata.
En este caso, haz tu ambientador como te hemos indicado, es decir, mezclando en un recipiente de vidrio el bicarbonato y el aceite esencial. Cuando tengas la mezcla lista, no cierres el recipiente; viértelo e una botella o en un frasco con pulverizador hasta llenarlo por completo.

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