Limpiar persianas puede ser uno de los procedimientos más engorrosos de la limpieza de una habitación, en especial si no contamos con los instrumentos adecuados o, sencillamente, no tenemos suficiente práctica para quitar la mugre de las persianas que protegen tus ventanas
de la contaminación externa.
Para descontaminar y mejorar su aspecto, te explicamos cómo limpiar las persianas por fuera. No siempre resultará sencillo, ya que debido a su altura, muchas persianas son de difícil acceso y suelen ensuciarse demasiado por las ráfagas de viento. No obstante, te daremos algunos trucos y consejos para facilitar la labor y dejarlas como nuevas.
Las persianas pueden ser sintéticas, de plástico PVC (vinil), de tela, aluminio o madera. Estas últimas son mucho más delicadas que las persianas sintéticas, por lo cual requieren un tratamiento diferente para su limpieza. Estos son los limpiadores que puedes usar según el material del que están hechas tus persianas:
Persianas de madera: los limpiadores químicos pueden dañar las tablillas de madera, decolorándolas y manchándolas. Por ello, para lavar persianas de madera, lo mejor es utilizar agua tibia con alcohol para evitar maltratarlas.
Persianas de aluminio o metal: para evitar desgastarlas o mancharlas, es mejor usar también agua con alcohol en las persianas de aluminio y metal. Si no, busca un detergente especialmente pensado para este tipo de superficies.
Persianas de PVC: el jabón lavavajillas es muy efectivo para remover la mugre de las persianas sintéticas o de PVC. Solo debes mezclarlo con agua y verás cómo resulta muy sencillo deshacerte de manchas y partículas adheridas.
Persianas de tela: en el caso de las persianas de tela, lo mejor es lavarlas
con jabón detergente para no maltratar los tejidos. Además de los productos de limpieza que utilizarás, es conveniente contar con un destornillador, una aspiradora de mano, paños de limpieza y un cepillo de cerdas suaves.
Para evitar que las persianas se ensucien demasiado, es conveniente limpiarlas por fuera al menos cada 6 meses. En cuanto a la parte interna, basta repasar con un plumero y un paño húmedo las hileras cada vez que limpiemos las ventanas para que luzcan siempre radiantes.
Si es fácil alcanzar las ventanas desde afuera, solo tendrás que utilizar los productos aquí mencionados y limpiarlas no será un problema.